CHICHI COLECTIVA: desde el cuerpo, la memoria y la ley

La candidatura CHICHI COLECTIVA nace desde el cuerpo, la memoria y la ley. Su nombre no es una provocación superficial: es una afirmación simbólica, jurídica y vital.
Chichi es el primer vínculo humano, el alimento originario, la primera forma de cuidado, contención y comunicación. Así como el pecho materno nutre sin pedir nada a cambio, la cultura —como derecho colectivo y deber institucional— debe sostener, dignificar y fortalecer a los pueblos que la hacen posible.

CHICHI COLECTIVA significa también:

Territorio
Ética
Transparencia
Autonomía

Cuatro principios que no son abstractos, sino prácticas concretas. No venimos a improvisar ni a repetir discursos. Venimos a hacer cumplir el marco legal vigente con claridad técnica, voluntad ética y autonomía frente a redes de poder que han capturado la institucionalidad cultural.
Nuestro equipo está conformado por personas con trayectoria comprobada en los territorios urbanos y rurales, en la producción artística independiente, en la gestión cultural, en la formación comunitaria, en la articulación interinstitucional y en la defensa legal del patrimonio colectivo.
No representamos una rosca ni un gremio. Representamos a quienes sostienen la cultura sin privilegios: creadores, maestras, técnicos, actores, músicos, comunicadores, comunidades organizadas.
El nombre es disruptivo, sí. Pero es legal, legítimo y profundamente coherente con el sentido de lo común. Así como el acto de amamantar funda un lazo de cuidado y autonomía, CHICHI COLECTIVA se funda en el compromiso de nutrir institucionalidad desde abajo, con ley en mano y los pies en el territorio.

Porque la cultura no es una dádiva ni un lujo.
Es un deber institucional y un derecho colectivo.
Back to Top